sábado, 20 de marzo de 2010

Diseñad0res


Hija de un vendedor ambulante y una ama de casa, ambos de escasos recursos, Gabrielle Chanel nació en un hospicio de Saumur, el 19 de agosto de 1883. En permanente situación de escasez, sobrellevó a duras penas sus primeros años de infancia junto a sus cuatro hermanos.
Cuando tenía doce años, su madre murió víctima de
tuberculosis y el padre se desentendió de ellos, enviándolos al condado de Auvernia, al cuidado de dos tías que tenían un orfanato. Por eso, su partida de nacimiento está registrada ahí con fecha de 1893.
El abandono de su padre, la muerte de su madre y la soledad espiritual marcaría para siempre la actitud de Cocó hacia la vida: «Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó».
Con las tías del orfanato, Gabrielle aprendió a coser y manejar el hilo y la aguja con especial habilidad, lo que hizo que, a los 17 años, las monjas del orfanato de Aubazine le consiguieran un empleo como costurera.
De una gran personalidad, con belleza sensualmente discreta, femenina y menuda figura, pelo corto casi varonil, nada la detuvo cuando en 1905
resolvió convertirse en cantante de un cabaret, oficio que desplegó por tres años y que la introdujo en el mundo de divertimento y las relaciones sexuales pasajeras. De estas relaciones Coco Chanel esperaba obtener dinero para su gran sueño: ser una renombrada modista.
Amante y modista

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